Fuente: DonWeb.com
Cuáles son las claves para contratar y retener dentro de la compañía a la generación Y, que hacia el año 2025 representará el 75% de la fuerza laboral. Una pista: la clave no es tecnológica.
En la escena laboral y al interior del mundo de los emprendimientos es usual encontrar diversos análisis de examinan los desafíos que afrontan los millennials, la generación que nació en los ochentas y que pronto será una abrumadora mayoría de la fuerza laboral.
De acuerdo a un informe elaborado por la empresa californiana Eventbrite, que ofrece una plataforma de venta de entradas para muestras, clases y grandes eventos, gradualmente las empresas comienzan a considerar el alcance de la mencionada estadística y así ponen en marcha una serie de esfuerzos para seducirlos y retenerlos. El primer paso para hacerlo es comprender las particularidades de esta generación en su rol de trabajador, y una de las señas más evidentes del millennial es la inquietud.

Para adecuarse a las características de la generación Y, seducirlos y retenerlos, las empresas comienzan a comprender el nuevo panorama o, al menos, intentar hacerlo. Esto, más allá de emular las oficinas tipo Google, con mesas de ping pong y zonas de relax, o los trabajos por objetivo (otros elementos que ya son cliché).
“Cuando se seleccionan personas para un puesto de trabajo hay que olvidarnos de hacerlo por habilidades técnicas: éstas se enseñan y al mismo tiempo cambiar en forma constante. Hay que buscar gente que tengo los valores de la empresa, que comparta la cultura”, dice al respecto Juan Pablo Cerva Fris, ejecutivo en la mencionada Eventbrite.
Además las compañías deben poner sobre la mesa una serie de señas que distinguen al millennial, en vista a que en muchos casos ellos parecen establecer sus condiciones por sobre las que hasta ahora ha impuesto el mercado. Es una generación acostumbrada al trabajo colaborativo y conectado, que rompe paradigmas y desafían los límites en forma constante. Otro valor es la creatividad. Los expertos del área señalan que necesitan desafíos casi constantes en este orden, sin conformarse en tareas repetitivas y monótonas. Las empresas también deben comenzar a comprender que muchos trabajadores de esta generación impulsan sus propios proyectos y que en tanto no todos se muestran dispuestos a largas jornadas laborales que bloquean el crecimiento en otras áreas. Y que muchos desean simplemente reunir dinero para viajar.
En este orden, Cerva Fris concluye que las personas son en las empresas la verdadera ventaja competitiva. “A mayor sofisticación tecnológica, mayor importancia adquieren las personas. ¿Por qué esta tendencia? Porque si bien somos dependientes de la tecnología, cada vez en mayor grado, las mismas aparecen y desaparecen y lo único que permanece es el ser humano”.
El foco es interesante. En la era más tecnológica de la que tengamos noticia, la clave para seducir a la generación más tecnológica de la que tengamos noticia sería hacer foco en sus necesidades y deseos. Acaso de esta forma las empresas puedan retener al inquieto millennial: preguntándole cuáles son sus expectativas más que sus herramientas.
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